La Asamblea tiene como fin evaluar y promover la fidelidad al carisma y la vitalidad apostólica de toda la Compañía.
Una semana de Ejercicios Espirituales introdujo las tres semanas y media de reflexión sobre el tema:
¡EPHATA! Franquear la puerta… Ir hacia… Encontrarse…
Los miembros de la Asamblea han buscado juntas cómo responder mejor a los grandes desafíos tales como: el respeto de los derechos humanos y el desarrollo integral de los más desfavorecidos de la sociedad, la salvaguarda de la «casa común», la mística de «vivir juntos», la transmisión de la fe y de los valores cristianos a las nuevas generaciones… en fidelidad a la Iglesia y a su carisma.
En el transcurso de esta Asamblea ha tenido lugar la elección de la Superiora general y de su Consejo.
Un resultado muy positivo
El Consejo es responsable de la animación espiritual de la Compañía de las Hijas de la Caridad y de la coordinación de los esfuerzos misioneros entre las diferentes Provincias.
Este acontecimiento internacional ha sido, también, la ocasión de profundizar en el mensaje de los Fundadores san Vicente y santa Luisa de Marillac, para vivir el presente con creatividad, definir orientaciones para responder a los desafíos misioneros y espirituales de hoy y entrar en el futuro con alegría y confianza.
En la clausura de la Asamblea, Sor Françoise Petit, invitaba a todas las Hijas de la Caridad “a hacer lo que podamos para mantener las puertas abiertas con el fin de que la Compañía continúe saliendo sin cesar a los lugares de la precariedad, al encuentro de nuestros hermanos y hermanas… concluyo invocando la intercesión de San Vicente y Santa Luisa. Que nos animen a seguir en el camino de la entrega y del amor, cada día y allí donde estemos”