Ser Hija de la Caridad hoy
Ser Hija de la Caridad hoy es embarcarte en una aventura que te descubre la presencia de Dios en cada hombre que sufre.
Dejarte mirar por quienes viven una situación de dolor, exclusión o sufrimiento cambiará tu vida y tu modo de pensar, sentir y actuar.
Entrar en contacto con los pobres te ensanchará la mirada para ver la realidad con los ojos de la justicia, la bondad y la misericordia de Dios.
Ser Hija de la Caridad hoy te permitirá vivir y orar en comunidad, compartiendo la fe y el sueño de Dios para ti, al que te invita cada día junto a otras mujeres, viviendo en un estilo de vida sencillo y diverso orientado a un mismo fin.
Ser Hija de la Caridad hoy puede ser la respuesta a varias preguntas que nadie puede dejar de hacerse en la vida desde la fe: ¿quién soy? ¿para quién soy? y ¿qué sueño tiene Dios para mí?
Para conocernos y discernir juntas,
te proponemos:
Encuentro orante con Jesucristo
“Dadme un hombre de oración y será capaz de todo”. Vicente de Paúl.
- Espacios de oración.
- Vivir un proceso de maduración en la fe y compromiso con los más vulnerables de nuestro mundo.
Servir a los más vulnerables
“Lo que hicisteis a uno de mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis” Mt 25,40
- Proyectos personales de servicio al pobre.
Vida comunitaria
“En esto conocerán que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros” Jn 13,35
Compartir una experiencia de fraternidad, oración y servicio en una comunidad de Hijas de la Caridad.