Sor María Antonia lleva 55 años dedicando su vida a los más desfavorecidos. Aunque ya está jubilada a nivel profesional, sigue entregada al servicio de personas sin hogar en el Centro de Acogida San Isidro de Madrid, donde ofrece apoyo y compañía a quienes más lo necesitan. Con un compromiso inquebrantable, sor María Antonia reconoce que ha recibido más de lo que ha dado y que su labor le ha permitido descubrir la grandeza de Dios en los más pobres. Su testimonio es un poderoso ejemplo de amor y dedicación… Una entrevista de Fran Otero, que puedes leer completa en la Revista Ecclesia.